Reyyan recibe una amenaza, pero no se deja amedrentar y aclara que ya no tiene miedo. La abuela Sukran es portadora de un mensaje capaz de desestabilizar a Azize. Firat y su madre se revelan.
Azize hace una propuesta que, según ella, servirá para garantizar la paz entre las familias Aslanbey y Sadoglu, pero Aslan no lo permitirá. Hazar tendrá que soportar el peso de la verdad.